sábado, 9 de abril de 2011

El renacer del hombre Pagano.

El renacer del hombre Pagano.

Renacer es volver a la vida, es superar el estado demiurgo de la muerte, de la corrupción de la carne y la descomposición de la materia, es el hacer después del deshacer, la apertura de la visión a la nueva realidad, despertar del sueño en que nos habían mantenido por centurias y centurias de siniestra esclavitud, el letargo hasta que los antiguos dioses corran el velo del oscurantismo cristiano. Los viejos enigmas, los antiguos mitos despiertan en esta época oscura de materialismo universalmente desatado, las tradiciones del verdadero culto sagrado, aquel que no pudieron matar a pesar del dominio mundial de la cristiandad, porque el culto guerrero es parte del espíritu de la concepción de la perfección del dios que espera, del cazador paciente, del dios guerrero acechando como lobo en la oscuridad de la noche el momento propicio para caer sobre su enemigo sin piedad, sin misericordia, solo esperando sentir el alarido de la derrota del enemigo para detener su furia, esa es su vigilia, una vigilia constante de generaciones y generaciones de iniciados en el saber oculto, maldito, proscrito, perseguido; hasta el momento necesario de salir a la luz, de abandonar nuestra guarida interna, esperamos la señal que surcará el cielo, la conjunción de las estrellas, el llamado en medio de la tormenta, la mano que nos guía en el medio de las tinieblas, la antorcha de luz que señala el regreso a casa en la oscuridad de la noche.



Nuestros dioses son los señores de la furiosa tormenta desatada, la que azota los cielos con fuerza incontrolable, con terrible poder de viento y luz, los señores de la guerra, pero también son los de la armonía, de la poesía, de las artes, de la belleza, de todo lo que es bueno, de todo lo que es noble y hermoso está en ellos, toda nuestra visión, toda nuestra cosmogonía se centra en la batalla constante contra las hordas del caos, las tinieblas, la oscuridad, que puede tomar la forma de iniciación que desee, de religión, de organización social, de doctrina política, siempre corrompiendo tratando de confundirnos, engañarnos, de desviarnos del camino trazado en nuestra sangre, de nuestra conciencia de ser hijos de la verdad divina, De la revelación del rayo de electricidad que conmociona el cuerpo, la visión de Wotan cabalgando con sus huestes en el campo de batalla, recogiendo a los caídos, nuestro propio despertar guerrero, el camino de nuestra iniciación interior manifestada en lo más sublime de nuestro ser, el hombre ­ dios, noble, firme y orgulloso ser, el héroe resurrecto que acompañará al dios en su lucha final contra las hordas del caos.




¿Cuántos de los nuestros han caído? ¿Cuántos de los nuestros han visto sus vidas cegadas por el mantenimiento de la fe? ¿Y Cuántos de nosotros caerán e hijos de nuestros hijos también lo harán?, Pero no importa, nuestro conflicto no es eterno como lo fue al principio de los tiempos, tuvo un eterno principio, pero tiene un final, el momento culmine de la liberación, la restauración del todo se acerca, la svástica gira con mayor frecuencia, con mayor rapidez, se convierte en el círculo de fuego que rompe el eje de este mundo, el desequilibrio, la resurrección, la oposición a la destrucción, es el fuego constructor que se levanta, los acontecimientos de las profecías se cumplen cada vez con mayor rapidez, nunca se habían producido cambios en forma tan frenética como ahora, la historia desaparecerá pronto, los fenómenos universales son locales, son los signos que esperábamos, estamos listos a afrontar nuestro glorioso destino.




Las leyendas, como medio de sobre vivencia del mito, nos traen una serie de historias metafóricas del culto a Wotan, el dios tuerto, crucificado, el entregado voluntariamente en el árbol del tormento para recibir el conocimiento, a través de las runas comienza su renacer, sacrificando no solo su carne frente a la tortura del fresno, sino además por la entrega de uno de sus ojos, arrojado al pozo de Mimer, la memoria ancestral, el conocimiento, la sabiduría, el despertar de la memoria de la sangre que solo se logra a través de un camino de sacrificio en este mundo, nada es producto del azar, nada ocurre por casualidad, el gnosis es posible solo a través del despertar de los más nobles sentimientos heroicos, Solo se logra el despertar del dios interno a través de la liberación De las ataduras del demiurgo y su expresión esclava, religioso- social como lo es el cristianismo judío, los promotores de la esclavitud del hombre blanco a través del sentimiento de la culpa, la responsabilidad por actos que no nos corresponden, nuestra raza debe ser libre de las ataduras de este mundo y la libertad solo procede del conocimiento, del gnosis luciferino.




A la mitología comparada corresponde la labor de haberse probado que en el origen diversos pueblos poseían la misma lengua y la misma religión, no solamente los Arios orientales, Indios e Iraníes, si no también todos lo arios occidentales, griegos, romanos, celtas, eslavos y germanos, llamados Indo Europeos. Los pueblos griegos y latinos, desde la edad antigua se desenvolvieron con vigor para dominar el mundo y para recoger al oriente la dirección del pensamiento y la posesión de la cultura, que llevaron a su más brillante expresión, el politeísmo y la mítica literaria cosmopolita hasta que se inició la transformación de Europa por el negador de la libertad, el judeocristianismo, en tanto, los celtas, eslavos y germanos continuaron con sus tradiciones en muy lenta evolución conservando más puros los elementos originarios, es por ello que la predominancia de mitos y leyendas de carácter simbólico se vio como la forma de supervivencia del gnosis.




La fe popular modificó con la confusión de las nuevas creencias, los mitos y tradiciones que se convirtieron en leyendas nuevas, personajes y nuevos hechos reemplazaron la verdadera fe; el lugar de Wotan, Wodan, Odin u Odino y de Donar o Thor, lo ocupan Cristo, San Miguel, San Martín o San Pedro; Fro es Sustituido por San Andrés, San Esteban, San Nicolás; Loki se convierte en la imagen del diablo; en vez de las grandes se ve a la virgen María; Gerdha es reemplazada por santa Gertrudis. Estos son solo un ejemplo de este intercambio de mitos que obedeció a una nueva cosmovisión impuesta por la fuerza por parte de la conversión de los reyes al cristianismo, acto que refundió el concepto del mito puro, como representación morfológica de efectos de la naturaleza, esto es el nacimiento de los antiguos dioses y con ello un nuevo tipo de paganismo escondido bajo el nuevo cristianismo.




El Paganismo es una repetición simbólica, un teatro humano de actos divinos, el paganismo entendido de esta forma es la representación de las manifestaciones existentes en la naturaleza; esto es la adoración de un orden natural, al que el ser humano esta sometido y que convive con él, que en esencia es el mismo concepto que el cristianismo primitivo adoptó.




PAGANISMO




Pero, ¿Qué es el paganismo? Su sola pronunciación hace caer martillos de acusación, mover masas fanáticas en busca de hogueras, castigos y excomunión por parte de las llamadas religiones institucionales. El porqué este concepto estuvo perseguido por cientos de años de oscurantismo cristiano no es una novedad y no nos sorprende, el paganismo es la oposición a la institucionalidad, es la concepción religiosa de los arios, como lo es la expresión política del nacional socialismo, es lo distinto, lo opuesto, la rebeldía, la espada en la mano, somos los renegados de ayer y hoy, la liberación del espíritu del guerrero frente a las hordas y masas de esclavos mentales, del hombre dios frente al hombre masa. ¿Es tan peligroso para la institucionalidad política, social y religiosa?.




Efectivamente, lo es, lo es tanto que ésta ha hecho multitudinarios esfuerzos para su erradicación, para arrancar de la mente de la raza blanca su existencia por siglos, desgastando la conciencia de generaciones y generaciones de adoctrinamiento y moldura mental para combatirle, considerándole malo, contrario a la salvación e incluso como parte de la ignorancia. Pero a pesar de ello aun se mantiene vivo, aún perdura con mayor fuerza que nunca, el ojo de Wotan comenzó a abrirse hace algunos años en nuestro mundo, irradiando a su raza con el gnosis. El paganismo wotánico no es solo otra forma de concepción morfológica de un fenómeno de la naturaleza, no se trata solo de una religión más, no es una concepción nihilista de confiar en la ayuda de una serie de dioses o fijar el destino del hombre como parte de una enigmática y morbosa intencionalidad de los espíritus superiores como en el judeocristianismo, tampoco de invocar su protección e implorar por su ayuda, aunque esta última opción puede ser legítimamente un camino escogido por el Vulgo.




No, el culto a Wotan es mucho más que eso, el paganismo wotánico es el camino de la sabiduría, del gnosis y del ser divino existente en cada hombre blanco, y más que buscar una explicación de luz en un mundo de oscuridad, el paganismo es la expresión del orden En el caos, los dioses paganos intentan regular el entorno, y son víctimas de la concepción del caos como manifestaciones terribles de la naturaleza, la muerte, la corrupción, la decadencia de este mundo también afecta a los dioses paganos, son presos del entorno demiúrgico, pero son luces y guías dentro de la oscuridad del abismo y como tal es el único camino de la sabiduría dentro de la ignorancia, mantienen las señales de la liberación, del orden, la neguentropía.




El paganismo (y al nombrar paganismo nos referimos solamente a las concepciones religiosas arias, toda otra forma de adoración es una herramienta del caos, de la entropía de este mundo, del demiurgo, el señor de las sombras puede adoptar muchas formas) renacerá necesariamente porque es parte inherente de la naturaleza armónica, viril y heroica del hombre blanco del nuevo milenio, es la única concepción religiosa que mantiene la defensa por el espíritu de la raza Aria, por lo que de ser un objeto de culto religioso, pasará rápidamente a convertirse en una necesidad absoluta para la supervivencia de la raza blanca, la fusión entre aspectos religiosos- sociales- económicos y políticos se dará a través de esta nueva cosmovisión, la que reemplazará todos los cánones actuales de la sociedad, levantando una Nueva sociedad, la sociedad guerrera de la edad dorada, la que permanece en nuestros recuerdos de sangre. Su sentido final es la del respeto por el orden que intenta imponerse en el mundo a través de las llamadas leyes de la naturaleza, el verdadero dios, la perfección armónica intenta extender sus brazos en este mundo caótico a través de su magnífica creación semidivina, el hombre blanco y su conciencia, el hiperbóreo y el gnosis. Todo un adversario para el Demiurgo, todo un error para sus planes.




No es casualidad que los grandes movimientos ecológicos y naturalistas procedan de las naciones occidentales, donde nació el Wotanismo, donde el concepto de armonía hombre-entorno, está más desarrollado, donde las leyes de la sangre y suelo, como parte de la comunión del hombre occidental con su tierra tenga un arraigo mucho más fuerte, pero tampoco es casualidad que donde el sentido de culpa cristiano y por tanto contrario al concepto religioso­ racial de Wotan también esté más institucionalizado que en Occidente, el enemigo escoge muy bien sus objetivos y sabe que el renacimiento del Wotanismo es un atentado directo a sus planes, como lo fue el despertar luciferino en la simbología del Génesis. Roma, la otrora capital del imperio del paganismo guerrero es ahora la capital del derrotismo cristiano, invertida, desviando todo, lo que fue arriba ahora es abajo, la luz se ha convertido en un huevo de gorrión que a través de siglos se preocupó de exorcizar todo sentido pagano en las naciones occidentales, principalmente la tierra mágica, España, el imperio magno de conquistadores godos que vendrían a la tierra de los dioses blancos a completar el círculo, nuestra América.




Los dioses paganos conviven con el clan, el pueblo y la raza, están presentes en su diario vivir, comulgan con ellos, son parte de su realidad diaria, en sus campos, en sus casas, en sus lugares de trabajo los dioses paganos les guían, aconsejan, castigan, etc. No se trata de seres todo poderosos, absolutos y lejanos, omnipotentes, soberbios que rigen este mundo desde un punto del cielo inalcanzable, registrando pacientemente los actos buenos y malos en la espera de un premio o castigo como en la doctrina judeocristiana, donde la esperanza de resurrección o las llamas eternas están dependiendo de un patrón de conducta que el devoto haya llevado. No, nuestros dioses están aquí, a nuestro lado, dentro de nuestro ser. Para reemplazar esta necesidad del hombre occidental de la convivencia con su divinidad como camino para su propio despertar, es que la Iglesia creó la institución de los santos de la cristiandad, esos perfectos personajes históricos (y muchos no tan históricos) que son los intermediarios ante ese dios lejano y los hombres en la tierra, fueron los culpables de la caída de nuestra fe, o quizás de nuestra supervivencia oculta, ¡nuestros dioses son aún más astutos!. La iglesia católica institucionó la fe en los santos como herramienta de distracción quizás no de forma voluntaria, pero sí ha sido muy efectiva para los planes del demiurgo. Esta necesidad de la raza blanca de comunión diaria con su propia divinidad se le imponía ahora a través de la recompensa, del premio de alcanzar la comunidad de dios con una conducta y observación de los ejemplos de los seres santificados, es el orden del nuevo dios que se imponía ante ellos, reemplazando, falsificando y adulterando la verdadera fe.




Junto con ello, existieron otros cambios, la necesidad de simbología anterior y primaria del hombre occidental, la confianza en sus signos y señales de divinidad se imponía ahora a través de la posesión de las reliquias de los padres de la iglesia y la proliferación de la concentración de los lugares de adoración, las tierras santas y las iglesias. Nuestro paganismo es el concepto más antiguo de participación y adoración divina que conoce el hombre blanco, el concepto de guerrero despertado a enfrentar su propio destino fatal, la lucha contra un medio adverso de acción y pensamiento, un drama elevado a proporciones cósmicas y divinas, repetida en todos los planos de existencia material y espiritual, desde hace casi dos mil años se ha realizado este enfrentamiento de proporciones gigantescas, desequilibrantes, es un combate a la cristiandad mal orientada derivada de la macro concepción judía.




El cristianismo wotánico, primitivo e inicial que permanecía era nuestro, era nuestra fe, nuestro motivo de existencia, permanecía en perfecta armonía con las antiguas doctrinas del gnosis ario, las visiones del apóstol Juan, del génesis bíblico aún permanecen y mantienen la esencia simbólica dentro de nuestras creencias y el Poema bíblico, sin embargo el virus demiúrgico del judaísmo, de las doctrinas del apóstol Pablo ha contaminado su interpretación formal, su figura y forma, traspasando al primitivo cristianismo una concepción judía de expresión de culpa, expresión que se repetiría más tarde en la iglesia católica, el judaísmo entro como un cáncer en un cuerpo sano, hasta convertirlo en lo que es ahora, un zombie, un leproso que se desplaza por el tiempo sin sentido, esta nueva concepción contraria a la Doctrina Cristiana wotánica era producto del judaísmo enemigo de la luz, como lo comprendieron algunas ordenes iniciáticas que intentaron frenarle, los esenios, los cátaros, los valdenses, los templarios y las diversas órdenes católicas como la Orden franciscana que intentaron mantener vivo el verdadero sentido luciferino, de la verdad, sin embargo siempre el demiurgo encontró la forma de acabarles, formando contra organizaciones, la masonería, la Orden de los dominicos, la inquisición, organizaciones de oscuridad, que vieron a los miembros de la luz quemados por la hoguera o forzados a sobrevivir, arrodillados, humillados por la corona del peón del judaísmo en Roma, pero manteniendo las antiguas creencias como parte de los rituales del Nuevo cristianismo judío este recurso permitió el adormecimiento de los antiguos arquetipos, el cumplimiento del ritual necesario de su muerte y resurrección, la repetición necesaria para la existencia del mito.




Son los antiguos señores cumpliendo el rito exigido para la concordancia de la leyenda, el dios nace como niño, frágil en un mundo adverso, duro, difícil, crece y desata su poder, deja las pautas y señales para la sobre vivencia de su culto, muere en forma terrible para posteriormente renacer entre los hombres con gran y magnifico poder, es la vuelta del antiguo orden, de la edad dorada, es Shiva, la derrota definitiva de la muerte física, la muerte aparente; es en el final de la caída en este mundo, el período en que nos encontramos, las primeras señales de su renacer comienzan a aparecer, los días comienzan a ser más largos, el calor del sol se siente con más fuerza en el cielo, las aves preparan su regreso a la tierra, es el renacimiento de la naturaleza, son el preludio al fin del caos, la aparición de nuestros signos en la tierra, las señales para el que posea entendimiento en su lucha contra el enemigo, el Novus Ordum Seclorum.




Nuestra adoración y fe es la de la alegría y solemnidad, esa mágica conjunción de estados del ser que nos han robado, ese estado mágico de sentir la pesadumbre de una batalla que no veremos terminar y que implicará el sacrificio de muchas décadas más de jóvenes y viejos héroes, pero a la vez la alegría de ser participe protagónico del drama cósmico, del tomar parte dentro de las fuerzas escogidas, las cosas no fluyen a nuestro alrededor como para el hombre masa, somos parte de los acontecimientos, del drama celestial enfrentado en la tierra y en el otro plano, atendemos el llamado del despertar de la furia interior en nuestra sangre divina, somos los héroes resurrectos!




ESTE ES WOTAN!




Wotan es la encarnación de nuestra fe, la pieza de batalla de la neguentropía contra el demiurgo y su representante esclavo Jehová, según las tradiciones míticas el Jefe de los dioses Arios es representado como un ser alto y de aspecto sabio y reverente, blanca y larga es su barba y parece siempre estar pensando profundamente en los misterios de la vida y la muerte, es la reflexión, la duda, el recogimiento ante los misterios. No tiene más que un ojo, porque el otro lo había sacrificado para obtener gran sabiduría. Verdaderamente había bebido en su juventud profundamente del mágico hidromiel del pozo de Mimer, la bebida sagrada de la memoria, el Soma-Haoma de los Hindúes, el Ambar de los Dorios, la bebida sacra que permite el Gnosis. Cada mañana el serio Mimer bebía un trago por el cuerno de Gjallar, y el dios Ario Wotan cuando era aun un joven dios había deseado recibir la fuerza y la sabiduría que solo puede dar el blanco hidromiel de huevo. Pidió a Mimer un trago y el precio que pagó fue su ojo que arrojó al pozo. Desde el día en que bebió del cuerno de Gjallar se convirtió en merecedor gobernante de los hombres y los dioses, es la representación del drama de este mundo, el camino del sacrificio que espera a los iniciados en la revelación luciferina del conocimiento Ario. De esta manera cantó posteriormente sobre los poderes que el hidromiel confería a los hombres.




Entonces vino la luz sobre el hombre ario, Wotan enseñó a todos los hombres que en la juventud se deben hacer importantes sacrificios para obtener la sabiduría y el poder del dominio sobre el caos, el número 5 que se sobrepone sobre los 4 estados, sobre los elementos aristotélicos conformadores de la creación demiúrgica, el fuego, la tierra, el agua, el aire. El dominio sobre los esclavizadores de la razón. Muchos nombres tiene Wotan- Odin (cerca de 49) yla razón es, como dicen los poetas, que la gente como habla diferentes lenguas necesita llamar a los dioses por diferentes nombres, como lo es el paganismo, las representaciones de una gran realidad que trasciende este negro universo, a la vez que los dioses también han recibido distintos nombres de acuerdo con sus diversos atributos y los grandes hechos que han realizado.




Así a Wotan se le llamó todopoderoso, como al todopoderoso que existía en "los primeros tiempos", en la era dorada que precedió a la creación física, al demiurgo, existe como esencia divina trascendente y universal, Brama, porque era el padre de los dioses, y el padre Val, el padre del valiente que mora en Walhalla en el alto Asgard. Cuando Wotan-Odin se sienta en su alto trono de oro, llevaba una capa de rayas con los distintos colores del esplendor de la puesta de sol y el radiante verano. La capucha es azul como el cielo, salpicado de gris como las nubes. Su sombrero también es azul y sus amplios bordes curvados hacia abajo como los cielos. Cuando abandonaba Asgard para viajar por los mundos llevaba un yelmo bruñido y algunas veces iba entre los hombres llevando un sombrero que estaba ladeado para ocultar el hueco de su ojo perdido.




Esta es la visión de Wotan entregada ante nosotros, nuestro baluarte en la lucha, apareciendo entre nuestros camaradas, en el momento de la victoria sobre la muerte, sobre las tinieblas del abismo, nuestra prueba más heroica. ¿Donde sienten los elementos que tienen un dueño, los vientos y la lluvia que pertenecen a alguien y la sangre de los héroes un destino?, sin duda en la visión del cabalgar de Wotan y su horda furiosa de héroes resurrectos sobre el campo de batalla. ¿Qué es comparable a la grandeza de este magnífico espectáculo?. Su figura se mueve entre las nubes y el cielo como un rayo de fuego en la oscuridad. Noble, fuerte, orgulloso, con una mano firme sobre las riendas de Sleipnir y la lanza del destino en la otra. Nada es comparable a la visión de la capa del dios moviéndose en el fragor de la batalla, al divino resplandor del yelmo de su armadura. Repentinamente todos los dolores desaparecen, la heridas no sangran, los temores y preocupaciones pasan a un segundo plano, el tiempo se detiene, en ese instante único del que no hay regreso, que se siente solo dos veces en esta vida, el despertar y el llamado.




El despertar es la comprensión, la conciencia de divinidad manifestada, el otro yo, el gnosis luciferino, el propósito distinto de la vida y no comprendido por la masa de seguidores del demiurgo; somos libres y esclavos a la vez, esclavos de nuestro destino providencial que nos trasciende y le seguimos con una fidelidad absoluta. El llamado es la salida de este mundo, la muerte en este plano y la resurrección, la verdadera resurrección en el otro, el verdadero mundo. Esta es la visión última de la comunión con el dios, el silencio absoluto de la materia, de nuestro entorno, es Wotan quien recoge tu alma para compartir con el su espíritu indomable.




Todas las divinidades positivas , creadoras, heroicos señores de la guerra , del cielo y la tierra son uno, es Wotan, el antiguo, el de los bordes del camino, el espíritu de la rebeldía, el renegado, la imagen de la neguentropía, el guerrero del alto padre. ¡Qué gran pérdida de fuerza espiritual aria la de los tomadores del voto de sacerdocio!, sienten el despertar wotánico, de su divina conciencia, de su salida de este mundo, del predominar de su espíritu por sobre su carne, toda esa energía desperdiciada, mal orientada, convirtiendo todo ese fuego interior, toda esa contemplación interior en carne que alimenta las hordas del demiurgo. ¿Cuando cesará esta locura que llamamos religión cristiana?




NUESTROS DIOSES SON DIOSES GUERREROS




Los dioses arios siempre tienen una representación morfológica similar al pueblo característico que les crea, mantienen las características físicas de su gente, así como su comportamiento espiritual, todo enmarcado dentro de su inconsciente colectivo o memoria racial en el ámbito general y como clanes o tribus a niveles particulares, no tienen las mal llamadas "representaciones demoníacas" sino como antítesis a sus propias doctrinas de la luz, es el dualismo gnóstico que representaron los cátaros y templarios en el culto a Baphometh, la herencia Zoroástrica, el enfrentamiento universal el que retratan en sus leyendas y mitos de los arquetipos opuestos. Pero esta representación no se limita solo en su caracterización física, tal como lo señalamos también las características valóricas de todas las variantes de la raza blanca están presentes en sus dioses, existen los dioses honorables, pendencieros, huraños y muchas veces se hacen la guerra entre ellos, como representación del teatro de este mundo.




Estos dioses arios mantienen un status quo dentro de su orden, sus historias mantienen representaciones lógicas y simbólicas de los actos que les envuelven cotidianamente para nuestra comprensión, a pesar de su imperfección divina, está presente en ellos siempre la esperanza de conseguir la perfección, el renacimiento del joven dios en la luz plena, El dios Baldur, el dios Apolo, Horus, Krishna y otros responden a este sentido, son dioses jóvenes, perfectos y hermosos que vienen en una nueva era. Los dioses ario paganos Representan todos los elementos de la sociedad y repiten los ciclos inexorables de la realidad de la raza dentro de una escena conflictiva y universal del orden contra el desorden, la luz contra la oscuridad, los viejos arquetipos del bien contra el mal, tal vez como una explicación del fatal camino que nos toca recorrer en esta tierra de lamentos




Dentro de los Panteones del legado de dioses Arios, existen arquetipos de conceptos repetidos en los diversos pueblos de la antigua Europa, Asia y América precolombina. Existen así mismo dos misterios que enigmáticamente han estado presentes y se repiten en las distantes concepciones; Primero, la existencia siempre de un dios regidor, señor supremo, jefe del cosmos, un líder de la guerra, señor de los demás seres divinos, es Wotan, Júpiter, Zeus, Viracocha, Horus, Lug, son algunos de sus nombres y representaciones, pero en segundo lugar, además está un concepto muy superior e importante, la existencia de una entidad anterior y universal, sin representación morfológica, el alto padre, el bien, el poder y la justicia existente como un concepto que se mueve de manera misteriosa incluso para los mismos dioses y no puede ser descrita a pesar de todo el poder desatado por estos súperseres, es este el concepto superior de la concepción de dios entregado por Xristos y Akenathon, no comprendido en su verdadero y amplio sentido En su momento, esta concepción es muy antigua, le preceden milenios de existencia y es la antesala a la constitución de todas las religiones, siempre se manifiesta en todas las concepciones religiosas la existencia de un principio, un ser que se dividió en los múltiples panteones, es el huevo órfico, el del comienzo del todo, la existencia de una dualidad que dio el paso al desarrollo del maniqueísmo, el bien y el mal.




Los dioses blancos siempre están dotados de un terrible poder sobre los hombres y a pesar de mantener muchos de los llamados defectos propios de los hombres, sus conflictos e imperfecciones están muy lejos de nuestra realidad y por tanto no pueden ser comprendidos bajo nuestra percepción por mucho que las leyendas y mitos traten de encauzar sus actos acomodándolos a una explicación humana, pero aún así, a diferencia del nuevo dios judeocristiano, tenemos un poder similar y comparable a nuestros seres divinos creadores, estamos dotados de suficiente poder como para cuestionar sus acciones, el poder de la decisión, del conocimiento del bien y del mal, del despertar de Lucifer, la conciencia, algo que a pesar de la explicación teológica del libre albedrío cristiano, este conocimiento solo nos lo permite el paganismo, que sin considerar este cuestionamiento de las decisiones de los dioses como una herejía, digna de perecer en las llamas de la hoguera de la inquisición, podemos reprender la conducta de nuestros dioses si no nos satisfacen, los juzgamos, tenemos ese dominio sobre ellos.




Para el pagano el licor tiene un valor ceremonial incalculable, puesto que no se trata solo de un producto fermentado por cambios químicos, sino que sufre un cambio espiritual que le convierte en un elemento de este en parte del otro, es la transmutación de su esencia, de su significado, físicamente permanece igual, pero espiritualmente pasa de ser un esclavo en un espíritu libre parte de la ritualización wotánica, de un producto de la tierra se convierte en sangre de la divinidad; permite a los que lo necesiten, la visión de Wotan, absorber los rastros de la memoria ancestral necesaria. Es el Hijo de la Vid, de la tierra de Vindland, el producto de la línea ley de Chile, solo comparable con la que cruza la tierra de la actual Francia. El vino se convierte en la sangre a través de la ceremonia y liturgia de iniciación, es una antigua forma de teofagia que el Xristianismo nos ha robado a través de la misa.




El licor es sagrado para los ario paganos, es el haoma, el Hidromiel, el Ambar, todos los nombres dados al despertador del verdadero ser, el Super yo, el de los dioses arquetípicos, el del comportamiento esencial, la fluidez del ser intimo extrapolado a las acciones externas del hombre, el licor reemplaza la sangre de los dioses bebida con agua destilada en épocas remotas. Fueron los antiguos Arios egipcios los depositarios iniciales del conocimiento del hidromiel, pero con el paso del tiempo fue perdiendo su verdadero origen y sentido, convirtiéndose solo en una bebida fermentada llamada cerveza, utilizada cada vez más frecuentemente como un elemento sin valor ceremonial. El demiurgo se ha encargado además en convertir esta en una nueva forma de esclavización, como lo hizo con el oro, se ha convertido en una forma de esclavitud de nuestra raza, no es novedad que una de las mayores causas directas o indirectas de muerte entre los jóvenes blancos tenga algún tipo de relación con el alcohol, todo ha sido maldito y corrompido.




La religión de Wotan es la única macro concepción aria que sobrevivirá y que ha permanecido a pesar de lo que el materialismo dialéctico haga, las otras doctrinas negroides como el sintoísmo, el budismo, el candomblé, el vudú y demás rituales africanoides son solo una expresión del cáncer del demiurgo, son religiones del caos, de armonía y sincronía con este mundo y este tiempo y por tanto perdidas, son como pequeñas hojas secas arrastradas en un remolino de agua, cada minuto les acerca al destino fatal de ser consumidas por las profundidades. La supervivencia del Wotanismo ha sido producto de una macro concepción espiritual consistente con el sentido valórico de la raza blanca, esto es porque se trata de la única religión dinámica, no se trata de dioses que estén repitiendo constantemente los actos cual imágenes de un cuadro pintado como en la religión greco-romana, donde se repiten conceptos estáticos en el accionar de sus dioses.




No, la religión wotánica tiene un dinamismo que acabará con la llegada del Ragnarok, el juicio final o comienzo de la era de Shiva, con la muerte de los antiguos dioses y su propia destrucción, Wotan nos liberará de este mundo y permitirá el renacimiento de los nuevos dioses, los de la perfección, en otro mundo, en otra realidad, no solo de concepción espiritual, sino que además física; es por ello que el gran enemigo de la judeo-cristiandad es la religión de Wotan, la que es capaz de despertar en el hombre blanco los más íntimos y poderosos sentimientos de heroísmo, armonía guerrera y camino de la perfección libre de culpa que la cristiandad ha tratado de ocultar. Para la concepción cristiana el hombre es culpable de ser instrumento del pecado, mientras que en la concepción Wotánica el hombre es el instrumento de la salvación. Es a través del wotanismo donde se procederá a desarrollar el conflicto final entre las fuerzas del caos cristiano y la luz del guerrero solar, la materia contra la esencia, el materialismo contra la divinidad, los judíos moviendo toda su maquinaria propagandística contra la espiritualidad y nobleza de los arios, son la jauría de hienas que atacan al león!.




¿DÓNDE ESTAN NUESTROS DIOSES?




El gran culpable de distorsionar y disfrazar nuestra naturaleza pagana como hombres blancos la tiene la iglesia católica en su raíz judía, durante su dominio de pensamiento absolutista por casi dos mil años, durante todo ese tiempo no ha nacido o renacido ningún culto a dioses arquetípicos de nuestra raza, al momento de cualquier manifestación de que esto ocurriese, permanecía atento a su posible cristianización, siempre con el concepto de transformar cada motivo de adoración pagana, árboles, símbolos, piedras sagradas y otros, en una conversión forzada cristiana, con el paso de la Iglesia católica a una religión de estado oficial, todo tenía que ser absorbido por ella, por conciencia o por la espada se convirtió forzosamente a las masas del Norte, Sur, Este y Oeste de Europa, así como a los de las tierras conquistadas allende del Mar, pero al no poder acabar con las ideas y la naturaleza propia de los hombres blancos, las conciencias debieron ser formadas dentro de un nuevo concepto de paganismo e idolatría aceptado; La santería católica, la iglesia católica difundió de manera desatada la santería, los halos de la cristiandad se extendieron a través del trabajo de los misioneros, adaptando las costumbres locales a la cristiandad y en el caso que ello no ocurra, siempre se contaba con un ejercito de señores feudales católicos armados con espadas como respaldo, ¡la conversión es por fe o por espada!.




Como lo señalamos la raíz más perversa de adoración que ha existido sobre la tierra, la religión judía, el maldito virus que se traspasó a la contaminada y corrupta de la iglesia católica es la gran culpable, el papado del siglo XIII es el cómplice en el veneno de esta doctrina monista, celosa, exclusiva y terrenal. El judaísmo abandonó su concepción inicial natural pagana, primitiva, pero diversa, el lado animal predominó sobre la minoría Aria! Tal como nos señala el poema bíblico y las investigaciones arqueológicas, el concepto de paganismo también estuvo arraigado en los elementos arios dentro de los hebreos, la parte del pueblo dirigido por el medio hermano de Imothep moisés, Aarón, antes del pacto del líder de la migración desde Egipto. El sacerdote Imothep- Moisés, el responsable de este cambio de concepción, convirtiendo al demiurgo en Yahvé, esclavizando a Adonai y Elohim en un solo dios un dios exclusivo, celoso y de crueles rituales sangrientos, sirviente del programa de caos devorador del demiurgo.




Los elementos más fanáticos del cristianismo envenado, las logias secretas de cardenales, aprovecharon el poder de la institución del santo oficio de la inquisición para borrar el resto de creencias paganas, otra orden, la de los dominicos se había convertido en sirviente del maligno. No es casualidad que uno de los más grandes promotores del "Santo Oficio", el Rey Fernando, haya sido, por parte de su madre, Paloma, descendiente de judíos, así como el famoso inquisidor Fray Ruiz de Torquemada haya sido un marrano, un judío convertido al cristianismo que dirigió después todas sus acciones contra su pueblo como prueba de su conversión en la llamada "fe verdadera", sin embargo los estigmas de la carne que el demiurgo hace a los suyos no se puede borrar, no se pueden limpiar las cicatrices con barro, la naturaleza maldita, con la conversión.




El Rey Fernando no lo pudo hacer a pesar de su matrimonio con Isabel la Católica y su edicto para la expulsión de los judíos de la península ibérica, como Torquemada tampoco lo pudo hacer al bautizarse, el judaísmo es brahmánico, de nacimiento, no de conversión, así como los nuevos judíos, los por conversión de fe no son iguales que los "de antigua calaña", la pesantez de la sangre corrompida, contaminada con la garra del demiurgo siempre predomina, es el virus de la decadencia, es imposible para los judíos lograr la salvación del espíritu porque prácticamente no tienen, su esencia es la materia, no el espíritu, son seres de barro, Golem, como nos quieren convertir a nosotros, sin alma, aparentando una forma humana que se disolverá en la tierra de la nada. La inquisición se encargó de convertir en instrumento del diablo cualquier clase de herejía, cualquier reinterpretación de las escrituras y enseñanzas de los profetas era un crimen que se pagaba con la hoguera; siempre estuvo su rabia dirigida a todo lo que representara un recuerdo de los dioses de los arios, tanto en Europa como la antigua América precolombina; el poder del odio institucionalizado se extendió por más de tres siglos, pero a pesar de ello, no pudieron exterminar las creencias generalizadas, los ideas y la fe no pueden ser borradas como los cuerpos en una pira de fuego, somos nosotros, los supervivientes guerreros del dios de los cuervos, los mensajeros de eras mucho más antiguas que la del dios de la oscuridad los que reclamamos nuestro verdadero destino, es la hora de levantarse!




El paganismo siempre tuvo un especial vínculo y trato con la contrapartida sexual del ario, la mujer, dotada de un gran poder fue sacerdotisa, madre, guardiana de los cultos ancestrales y protectora del hogar; es el judeocristianismo el que reduce su papel a sumisión, considerándole culpable por la revelación de la divinidad del ario, es ahora humillada y recluida. Las religiones de orientación judía, la musulmana, la católica, las protestantes y por supuesto la judía le recriminan a la mujer su participación en la iniciación luciferina del ario, considerándole culpable solo por el hecho de ser mujer. El conocimiento provino a través de la mujer, los pueblos griegos denominaron a esta gnosis como inspiración de musas, el beso de las deidades que provocaba la creación, el arte y toda clase de manifestaciones de bellezas espirituales, toda una síntesis legendaria y mítica de este recuerdo Ario entregado por la mujer Eva a Adán en el poema bíblico.




Es por ello que el demiurgo se encargó de enclaustrarlas, encerrándoles para cargar con la culpa, el sexo para la mujer es pecaminoso, sus ciclos menstruales son una enfermedad en vez de ser algo natural, el tratamiento para ellas es en algunas culturas peor que para con los animales, como en las antiguas sociedades mongoles, el odio profundo hacia ellas ha llegado a incluso negándoles la entrada al paraíso como en la religión musulmana, le han convertido en objeto, mercancía, la han reducido al nivel más bajo del escalafón social. En el culto a Wotan, la mujer es la compañera del guerrero, los celtas iban a las guerras en su compañía, atacando con igual y a veces con mayor fiereza que sus guerreros al invasor, muchas veces adquiriendo simbólicamente las herencias del recuerdo Ario, como en el relato de Fresia y la indignación de tener un hijo con un cautivo como nos lo señala el poema épico simbólico de la araucana, para el pagano Ario, la mujer era hermosa, era un perfecto objeto de culto y como tal tenía un lugar destacado en su panteón, son las continuadoras de la raza y como tal seres divinos, ¡el más bello ser sobre la tierra es la mujer Aria! Y como tal su protección, cuidado y respeto es parte de nuestra misión en este infierno que llamamos tierra.




Esta dentro de nuestra memoria racial este concepto, es por ello que la belleza de la mujer blanca siempre permanece como el ideal de Belleza en general, es objeto de deseo por parte de los enemigos de la raza y siempre será utilizada en este plano para provocar la esclavitud y decadencia del hombre blanco, solo ellas podrán ser fuertes en la hora más oscura, en la era de su prueba ante este mundo dominado por los seres de las tinieblas y el otro mundo de los dioses de la luz.




LOS REEMPLAZANTES




De ser elementos morfológicos, los arquetipos de dioses actuales se han convertido en seres eléctricos, el desarrollo masivo de la macro información universal ha llevado a la externalidad de lo esotérico, se ha convertido ahora en un concepto "Exotérico", la ciencia cuántica materialista espera generar una explicación completa de los sucesos de la realidad para poder combatirles, ya no se producen los rayos por el dios Thor golpeando las nubes con su martillo, ahora la existencia de los rayos es el resultado de un proceso químico de electrones, protones y neutrones, pero aún así la existencia de nuestra propia conciencia se ha convertido en la herramienta más poderosa de nuestra defensa, fue ese despertar el que llevó a Akenathon a la doctrina del dios solar Aton, concepción totalmente revolucionaria en esa época; ¿El porqué? Esa pregunta que lleva a la falta de explicación eterna; dentro de nuestro ejemplo: el porqué las moléculas y átomos se comportan así?, ¿Porqué ocurre ese fenómeno?, ¿Qué lo dirige?, etc. es la existencia del porqué del comportamiento y el caos de nuestro entorno la que mantiene vivos los arquetipos antiguos y por tanto la sabiduría de los nuevos sacerdotes electrónicos del difusionismo divino, la comprensión absoluta está fuera de nuestro ámbito racional materialista imperfecto, como lo está también para los dioses, solo los arquetipos universales pueden comprender el todo, moverse en el todo, nuestra conciencia solo permite la explicación limitada, la verdad absoluta está fuera de este tiempo, será lograda cuando el ciclo de la creación- destrucción- restauración esté completa.




Los dioses de la raza blanca se comunican a través de los sentidos espirituales, tienen apariciones espectaculares en la concepción de valores guerreros, dejan sus enigmáticas señales a los que posean el conocimiento necesario para su comprensión, se comunican a través de la percepción de otros órganos no físicos, del fragor de las batallas para la guía de sus huestes, repitiendo los conflictos celestiales en el plano terrenal, no es casualidad que Wotan, Santiago de Compostela, la visión de Juana de Arco, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid y la de muchos más Héroes Arios haya sido en un campo de batalla. El caso del Cid es un caso especial, mezcla el mito y la leyenda con los antecedentes históricos, noble, desterrado, pero fiel a los principios godos de obediencia, continúa peleando por su rey y su tierra, es un resurrecto en este plano, pelea su ultima batalla en este mundo con su muerte aparente, su sola presencia provoca en los enemigos el terror, el miedo desatado, como muchos pelea las batallas desde el otro plano, después de su muerte aparente, el poema anónimo mantiene una simbología secreta y comprendida por muy pocos. Es en la batalla en donde se desatan los sentimientos de fiereza, heroísmo y virilidad; el mirar los ojos del enemigo en un acto de competencia, de conflicto repetido, la lucha por la supervivencia, por derrotar las frías garras de la muerte del demiurgo, aun sabiendo que esto es imposible en este plano, es por ello que el Walhalla está reservado a los héroes, a los que ofrecen el más por el menos, los Arhat de la India, los que tienen la visión y la misión de la trascendencia, los que perciben el otro mundo, ¡somos nosotros, los resurrectos!.




El pensador nihilista, Frederich Nietzsche en toda su obra y especialmente en "El anticristo" hace una denuncia histórico social respecto a las consecuencias de la expansión de la cristiandad en la sociedad Occidental, culpándole del retroceso mental de concepción de superación y como una forma institucionalizada de pérdida de los principios de virilidad guerrera, superación y orden. Sin embargo lo que Nietzsche hace, según los críticos más acérrimos, es una extrapolación de sus propios miedos y el sentido de culpa por no cumplir él los cánones de superioridad racial y espiritual por él expuestos. Sin embargo en mi opinión, el ateísmo y la concepción nietzscheana de la muerte de dios es producto del error en que él basó sus consideraciones filosóficas. La piedra angular de su pensamiento, es la concepción judeocristiana, comienza centrándose en la figura del cristianismo como herramienta social y no en el fondo del mismo como concepción religiosa.




El primer gran error de Nietzsche es el considerar el nuevo testamento y la concepción universalista de dios como una continuación del antiguo testamento judío y el concepto personalista, celoso y egoísta del dios de los esclavos egipcios, lo que sin duda le llevó a estereotipar un concepto religioso a lo menos nihilista, de decadencia social basado en una moralidad pesimista y conformista, de ovejas dirigidas por un pastor a los abismos, donde no existe esperanza en nada. En cambio el reformismo religioso del Xristos, como Mesías redimidor y no restaurador, están basado en las macro concepciones de los arquetipos del bien enfrentado al mal, como tal es la concepción dualista de los esenios.




El mal gobierna este mundo del caos, del desorden, los dioses blancos mantienen o intentan mantener un orden, es por ello que son guerreros, heroicos, nobles, "He venido a traer no paz, sino la espada a este mundo", la concepción del Xristos ario, viril, guerrero de la luz enfrentado a los fariseos del templo, ajusticiado por el Sanedrín, es la imagen verdadera del Xristos wotánico, un soldado ario, resurrecto, ajeno a las características raciales semíticas expuestas con el envenenamiento judío, tratando con especial éxito apropiarse del mito, pero a pesar de ellos el Xristos mantiene la apariencia Wotánica, de raza blanca, cabello y ojos claros, de barba partida, vestido con una toga blanca como un sacerdote esenio, representado además con parakletos, La paloma blanca del espíritu santo, la voz de la neguentropía, la construcción, lo que es bueno en su compañía.




El segundo error de Nietzsche, derivado de este punto es el ignorar, quizás más por un compromiso con los postulados que ya había expuesto que por un verdadero convencimiento, todo el concepto ario de paganismo disuelto y sobreviviente en las tradiciones católicas imperantes durante sus más de 10 siglos de dominio, los conceptos ario viriles estaban presentes en el Xristianismo Wotánico primitivo y por ello es fácil entender como muchos de los pueblos tradicionalmente ario paganos, como los godos, celtas e íberos se convirtieron, ya no por la fuerza de la espada, sino como continuidad de su propia esencia, al cristianismo tan rápido, renegando tradiciones mucho más arraigadas en su pueblo que la nueva fe.




El materialismo dialéctico y práctico del judaísmo hace aparecer nuevos motivos de adoración y culto, nuevos ejemplos son considerados los santos del nuevo milenio, el exitismo materialista de sus pares como ejemplos para imitar, la vida llena de logros económicos, las carreras económicamente viables, etc. Son los nuevos santos que el dominio mundial intenta imponer, los nuevos ejemplos a seguir ahora son las vidas exitosas, desde un punto de vista económico, lo que ciega aun más al Ario en su liberación, le hace presa del logro material como un medio para alcanzar la felicidad, la auto contemplación es cambiada por el dinamismo existencial, toda concepción que le aleje de este punto de vista es considerada enemiga del amo de este mundo, es por ello que, y a pesar de ser parte de su dominio inicial, las religiones musulmanas, budistas y demás han sido combatidas ahora con igual fuerza que se combatió el paganismo Wotánico. El camino es claro, ninguna de esas religiones de la era de la pesantez llevará a la liberación del hombre ario, de una u otra forma el demiurgo tiene sus garras en ellas; solo el Wotanismo la verdad y la vida, es el camino verdadero de la fe de la resurrección.




LOS DIOSES ANTIGUOS Y SU ENTORNO




Nuestros dioses blancos siempre estuvieron y están presentes, atentos y alertas a las acciones de los hombres, permanecieron dormidos en la extensión del mal en la tierra, a la expectativa, en el sueño de Orfeo, pero fue y es a través de los efectos de la naturaleza en los que el hombre les percibe, siente y vuelven a su comunidad, los rayos, los truenos, el viento huracanado, la aparición de los arco iris son los signos inequívocos de su existencia, están sobre la explicación de la ciencia racionalista. Cualquiera que haya presenciado una magnífica lluvia con rayos y truenos en los cielos se ha sentido embriagado del magnífico espectáculo, envolviendo su espíritu de los más sublimes y profundos sentimientos. No necesitamos buscar una explicación de estos fenómenos de la naturaleza porque la cadena de dudas que se genera, tal como lo señalamos, no tiene fin, aceptamos la existencia y nacimiento del mito, pero no de una manera oscurantista, sino que como parte del drama que nos envuelve, la belleza de los actos de la naturaleza tratando de imponerse sobre la imperfección de este mundo.




Los antiguos dioses blancos mantienen una relación directa con sus construcciones; palacios y castillos celestiales son su morada, su lugar de reunión, tal como las asambleas de líderes de las tribus, allí rigen y dictan las pautas para el mundo terrestre en general y particular. Al igual que los nobles caballeros en la tierra feudal, así mismo mantienen animales que les sirven y que cumplen las labores de complemento de los dioses, necesarias para la repetición divina de la sumisión de todos los seres al hombre dios. Los dioses paganos son nuestra repetición a un plano espiritual, como así también nosotros somos su repetición en este plano. El dios crea al hombre, el hombre crea al dios, todo es parte del drama repetido a través de eones de existencia, desde la separación de los estados dios-hombre-animal-insecto-mineral, de la perfección anterior a la existencia de los tiempos, anterior a la esclavitud del Tetragramón, de JHVH, a la cual volveremos con el renacimiento del hombre pagano y su culto de fuego, lo único que nos queda como recuerdo de la perfecta armonía anterior son los símbolos que nos envuelven y que calan en lo más profundo de nuestra conciencia, las elementos que volverán a ser sacros con la restauración de la edad dorada, donde las viejas formas reemplazarán a las nuevas.




La tierra es considerada por el paganismo como un ser vivo y como tal dentro de la cosmovisión expuesta, merece respeto en todas sus manifestaciones visibles y sensoriales, los bosques, los lagos, los animales son seres que armonizan el entorno, es posible percibir su influencia a través de armonía de la música que generan, los vientos que suenan a través de las copas de los árboles, las gotas de agua que se deslizan desde las ramas hasta el suelo, el sonido de las aves en las mañanas, los grillos y aullidos de los lobos en la oscuridad, todo es parte del magnifico entorno, de este drama que llamamos naturaleza, como los Arios son la luz que guía a los resurrectos que aun no encuentran el camino, las visiones fantásticas de los bosques, las nieves y los lagos son la luz de armonía que entrega la madre tierra, es ella Gaia - Gea, hablando a través de sus hijos.




Es esta visión suprasensorial, la de los otros órganos no físicos el que permite este entendimiento; es por ello que los dioses paganos se comunican con los seres humanos directamente a través de su espíritu, ese "sexto sentido" que les guía, la visión, la voz interior, la memoria racial, no importa el nombre que se le dé, y llámese como quiera, nosotros, los iniciados les sentimos hablando a través de nuestra sangre, utilizan nuestros sentidos para comunicarse en este plano, somos su voz traída al plano imperfecto, no necesitan un traductor o interprete como la religión judía, la shekina es necesaria para Jehová, como lo es también la Torá, su ley, su llaga en la herida, la verdadera arca de la alianza, la cábala judía reduce a su dios a una forma material, si bien no mantiene una representación morfológica, ello es parte de su propia concepción de estar con un dios que no es como ellos, al menos en apariencia, la oscuridad no tiene forma, es una masa amorfa que se mueve devorando la luz, atrapándola como un voraz agujero negro, no es un ser humano a semejanza del divino como nos lo enseña el nuevo testamento del apóstol Juan, el caos abismal es tan sagrado para los enemigos eternos de los arios que su dios, Yahvé tampoco puede ser nombrado por ellos, so pena de muerte por lapidación, esto no solo tiene un valor litúrgico sino que además es parte de la ley inquebrantable, la prueba de obediencia, su bautismo sanguinario de la circuncisión es parte de este precio, de esta prueba de entrega.




Este mundo yace bajo el poder del inicuo, del demiurgo y su anti guerrero Yahvé, señor de la sangre, el esparcidor de los males en la tierra, el dios menor y esclavo de las montañas, nosotros, los reveladores del signo de Lucifer, del gnosis, del libre albedrío nos revelamos contra la bestia de las tinieblas con la única herramienta contra la que no es posible lucha, nuestra conciencia manifestada en nuestra rebeldía, nuestra propia capacidad de discernir, de decidir, y la decisión que hemos tomado de la que no hay regreso, el menos por el más, somos los héroes de la era más oscura!




LOS ARQUETIPOS ENFRENTADOS




El concepto de enfrentamiento, de guerra es la piedra angular de la confrontación entre paganismo y Cristianismo, el verdadero sentido de esta batalla se debe a que existen dos conceptos enfrentados desde el inicio de los tiempos, la concepción es absolutamente dualista y consistente con los principios básicos de existencia de toda forma de existencia, son la creación y la destrucción, los dos viejos y absolutos arquetipos representativos de las fuerzas de la luz y la oscuridad enfrentados en constante y cósmica lucha por el dominio, presente en todas las concepciones religiosas, salvo quizás en la sangrienta religión del Vudú africano - haitiano, donde los conceptos de luz y oscuridad no existen, pero ella es también producto de una maniobra oscura del señor de las tinieblas, nada agrada más al demiurgo, nada se acomoda más a sus deseos que los rituales de Sangre, el demiurgo necesita de la sangre de hombres y bestias, porque es su alimento, pero es la sangre de los arios, la manifestación de todo lo que es bueno, armonioso y bello, la que más agrada a su representativa deidad y a su sirviente esclavo Yahvé, la sangre derramada sobre sus altares debe ser constante, él lo exige, como exige además de sus acólitos la auto mutilación de su compromiso del 8º día, el ritual de la circuncisión, el prepucio del cuerpo entregado para alimentar al demiurgo en su pacto de sangre sobre las siete colinas. La carne debe ser quemada en piras y altares, debe ser entregada en cenizas a la tierra, copiando y corrompiendo los rituales arios de liberación de alma, repitiendo al revés, como en un ritual de misa negra lo que nunca podrán alcanzar, de lo que nunca llegarán a ser, la divinidad que se les escapó desde el día de la asunción del egipcio al monte Sinaí




El concepto de cósmico enfrentamiento está presente en todas las manifestaciones de este mundo y lo ha estado presente desde el inicio de este cosmos y el otro, pero estas fuerzas no son solo de dioses, adquieren caracteres morfológicos solo para la comprensión humana. Nosotros dentro de nuestra limitada comprensión acomodamos este drama como mejor quepa dentro de nuestra conciencia, desde el despertar del Yo, de la revelación Luciferina del entorno, de la apertura entre las puertas de nuestros dos universos el externo y el interno, pero los conceptos pasan entre nosotros como las aguas de los ríos pasan entre las laderas, se sienten pero no se comprende la completa y compleja realidad de la esencia del elemento, no nos importa, sabemos que somos partícipes activos de misterios que jamás descubriremos, que jamás serán revelados En nuestra imperfección, son mucho más grandes para nuestro entorno, necesitamos el renacimiento de la deidad pagana dentro de nosotros como primer paso para la entrada al otro mundo, donde seremos parte del misterio, parte de la esencia de la perfección, nos fundiremos en una perfecta armonía, las gotas de agua derramadas sobre el mar son totalmente diferentes entre sí, sin embargo al estar dentro del todo, el mar, no existe diferencia, es la fusión, la perfecta armonía.




Esta tierra, de materia, de corrupción solo puede ser obra del señor de la oscuridad, el demiurgo platónico, el capturado de las almas, siendo el otro mundo, el espiritual de nuestro cuerpo hacia adentro, al infinito microcósmico, al que nos señala el camino de la libertad del hombre ario, sin embargo y a pesar del dominio de Satán, existen en este plano las señales del señor de la luz, la materia positiva, la rodeada de esencia espiritual divina, la naturaleza, el hombre Ario pagano, la percepción del orden. Lucha por predominar, por alcanzar la libertad, las plantas crecen, existe vida en nuestro ser y nuestro entorno, a pesar de la muerte constante que corroe los cuerpos y convierte la vida en polvo inanimado, pero esto es lógico y debe necesariamente pasar, es el orden del demiurgo y por tanto son sus leyes las que dominan, la libertad debe ser dada por otro camino.




El conflicto se ha reducido en esta centuria a solo dos arquetipos enfrentados. Por un lado está el príncipe de este mundo, el inicuo del dominio femenino, de la igualdad y el feísmo Jehová-Yahvé-Elohim-Adonai y una serie de nombres que el Príncipe de la blasfemia ha tomado para la incubación de su fe, cultos puestos como huevos de gorrión en las civilizaciones antiguas para devorar a sus nobles, a su cultura y legado de tradiciones arias, pervirtiendo y corrompiendo todos los atisbos de luz que pudieran presentarse. Ninguno de los nombres tomado por el demiurgo ni siquiera es un nombre propio, son conjugaciones del verbo y no el verbo, como el dios del apóstol Juan nos señala, bajo esta concepción de la revelación en Patmos existe otro arquetipo, opuesto, eterno, omnipresente y universal, La concepción llevada a un plano viril y guerrero, Es la neguentropía, la fuerza constructora representada en Wotan-Ra-Apolo-Belenos-Lug, la iniciación de tipo masculina, del ser despierto en su propia diferenciación. Ellos no son los macro conceptos de dioses descritos, sino dioses enfrentados como peones de un tablero movidos por los arquetipos superiores que repiten su enfrentamiento y conflicto, como lo somos los seres humanos al enfrentarse los arios contra los judíos, al igual que el conflicto que se repite internamente en cada hiperbóreo.




Aliado al lado de la oscuridad se encuentra un antiguo símbolo ario encadenado, convertido ahora en un ser de la oscuridad, la mal llamada estrella del rey David y su hijo Salomón adoptada en tiempos inmemoriales por los sacerdotes fariseos judíos como su señal de tinieblas, corrompida, entregada a Saturno, frente a ella, la oposición, la rebeldía, un símbolo liberado, pero maldito por los sirvientes del caos, sobre el que caerá la furia de Jehová, la svástica, el lictor, el sol naciente, los símbolos Ario - solares que utilizarían en la repetición de este mito los llamados países del eje en la II guerra mundial; la Alemania Nazi, La Italia fascista y el Japón imperial; La virilidad, la esencia y poder del guerrero ario, el único ser capaz de enfrentar a su enemigo, el arquetipo de la contra iniciación, la raza espiritual judía, sea Sefardí, Asquenazí o Fallaza, no importa, el germen, el virus de la sangre se ha esparcido por todo el planeta, incluso entre los no judíos. Nuestro conflicto es un conflicto de dioses que se enfrentan en otro plano, otras dimensiones, otros mundos, no solo de los hombres de este planeta.




EL PACTO DEL DEMIURGO




El ser divino, el dios existe en la medida que existan acólitos, creyentes y adoradores. Solo las esencias de los conceptos arquetípicos del bien y el mal existen por sí mismos, los dioses del bien y el mal son producto de nuestra conciencia acomodadora, explicativa de nuestro entorno y como tal también existen en la medida que estén y sean parte de nuestra religiosidad. Frente a estos postulados existe un arquetipo esclavizado, Cronos, Saturno, el tiempo, la entidad representativa del paso de un estado a otro, una unidad constante, una dimensión dinámica de comportamiento es ahora parte del culto de la oscuridad. Su nombre ahora es Jehová y es un dios esclavizado, es parte del ritual de la oscuridad del demiurgo, es el instrumento del pacto del caos, Jehová traicionó su concepción pagana, de ser miembro de la luz por un puñado de adherentes, por una adoración universal en este mundo, pero ínfimo si pensamos en las proporciones infinitas del drama cósmico que estamos viviendo, al demiurgo le agrada la imagen de Jehová, es su perro guardián, sujetado con cadenas de hierro ante su amo, pero leal a la mano que le da la sangre con que se alimenta, esclavo, pero orgulloso de su esclavitud, es su instrumento de comunicación con los seres vacíos, sus sostenedores de conciencia, los judíos y no judíos engañados.




Los esclavos que circulaban por los imperios del Cáucaso, observando con envidia los logros de los divinos arios, su sabiduría, su desarrollo espiritual, la brillantez de su sangre, ellos, en un estado peor que animales, al ser presos de dos estados, fueron marcados por la bestia, entregados a un pacto de sangre para recibir las migajas de la creación, Imothep, el iniciado en los oscuros cultos de Seth es el encargado de ser el intermediario de la maldad humana como nunca antes se había observado, provocando un cataclismo de proporciones gigantescas en todos los planos de existencia. Al ser los judíos peor que los perros leprosos, sirvientes de los Arios, despreciados por el cosmos no tenían ningún reparo en sacrificar su sangre y la de sus enemigos, se les entregó este mundo miserable del cual no existe salida para ellos, su conducta, pensamiento y actos son coincidentes con el caos, con el materialismo cada vez mayor, con la falsificación y corrupción de todo lo que es bueno, noble y sabio. Los rituales judíos son tan perversos que es imposible siquiera pensar en que estos sean producto de una creación humana, solo una mente enferma de proporciones cósmicas, un demoníaco despliegue de pensamiento maldito podía haberles inspirado, el mismo Estado de locura divina que invade al demiurgo, su creador y verdadero rostro oculto tras Jehová, señor de este mundo de sombras, la corrupción y muerte solo puede haber sido producto de su infinita demencia, es su infinita maldad, la que se extiende sobre nosotros como las fauces hambrientas de un lobo desatado frente a un coto de caza.




¡Víctimas, víctimas y más víctimas!, Así lo quiere el demiurgo, la sangre nunca será suficiente, nunca será saciada la necesidad de Jehová, piras y holocaustos deben permanecer ardiendo como permanente recuerdo de su compromiso, del cual no hay vuelta ni esperanza de retorno, no es casualidad que la denominada "peste del siglo XX", el Sida sea calificado con las siglas "Síndrome de inmunodeficiencia adquirido" VIH, que es un anagrama del nombre Jehová, IHVH, en el tetragramón, nada es fruto del azar, debe cumplirse el ciclo sangriento de la oscuridad desatada, no existe ningún ser (o anti ser) más pernicioso, oscuro y siniestro que el judío, especialmente los asquenazí, con su sadismo desatado para no solo esclavizar a los arios y demás razas, sino que además para alimentar y mantener sus rituales de sangre. ¡Qué importancia tiene la sangre!.




Por mucho que el materialismo científico reste importancia a su composición actualmente, reduciéndole a ser parte de una mercancía que es duplicada por medios científicos con la creación del plasma artificial, la sangre es el motor que mueve las ruedas