viernes, 15 de abril de 2011

El arte de Vsevolod Ivanov


El arte de Vsevolod Ivanov

Comencé la sección de Arte porque tengo la idea de que aquello llamado "arte moderno" es una basura y un veneno para el espíritu, y porque hoy en día existen artistas y obras que encuadro dentro de ese otro arte moderno, infinitamente superior al "arte oficial", y cargado de valores que tienen que ver con un tipo humano sano, valiente, bello, equilibrado y elevado espiritualmente, cosa tanto más meritoria cuando tenemos en cuenta que de momento vivimos en una época de decadencia y descomposición, en la que la fealdad, la debilidad, la inferioridad, la enfermedad y la mediocridad, son ensalzadas como virtudes.

Resulta muy significativo que, como Konstantin Vasiliev, el segundo artista que trato también sea ruso. Este artículo tratará el arte de un artista del presente, Vsevolod Ivanov (no confundir con el escritor soviético muerto en 1963), de quien sólo sé que es un artista nacido en Karelia, la región finlandesa de Rusia, y que ha ilustrado muchos "cuentos de hadas" del folklore ancestral eslavo propio de su país, que de forma lenta pero segura, está recuperando sus tradiciones y constituyéndose en una gran potencia. 

 
En verde, la Federación Rusa, en rojo, la provincia de Karelia. Esta región fue disputada en la Edad Media entre Suecia y la República de Novgorod, un Estado fundado por vikingos en la Alta Edad Media. Con el auge de la Rusia zarista, toda Finlandia fue anexionada, incluyendo Karelia. La situación se mantendría hasta que la sanguinaria revolución bolchevique de 1917 facilitase el desmembramiento del Imperio de los zares, y por tanto la emancipación de Finlandia. La situación no duró mucho: en 1939, la URSS emprendió una serie de campañas contra Finlandia que durarían hasta 1944. Karelia fue disputada de una forma extremadamente encarnizada, resistiendo los finlandeses con tal tenacidad que Hitler los llamó "pueblo de héroes". Los rusos, por su parte, los llamaron "la muerte blanca", debido a los uniformes blancos que utilizaban, y al gran conocimiento de su propio terreno, al que estaban perfectamente adaptados. Simo Häyhä, considerado el francotirador más prolífico de la Historia, se distinguió en esta guerra, y ni siquiera era militar, sino un cazador finlandés que decidió tomar las armas cuando su país fue invadido. Finalmente, empero, la URSS triunfó y Finlandia sufrió moderadas pérdidas territoriales que incluían zonas de Karelia.

La obra de Ivanov está llena de ecos de lo que los griegos llamaban Hiperbórea y los romanos Última Thule: una supuesta civilización mítica en el extremo norte, que cayó con el advenimiento de la glaciación, y que forma parte del imaginario colectivo de la Europa clásica. El artista nos representa sociedades con viviendas de madera (explicaría que no hallemos restos de ellas, puesto que la madera se pudre con el tiempo) , rituales paganos, escenas folklóricas idealizadas y huellas del paso de los vikingos, pero tampoco renuncia a representar iglesias ortodoxas del pasado medieval ―y todo ello lo vemos coronado por discretos guiños pro-nazis.

La única crítica que le hago al artista es que acaso no tiene tanta maestría en la representación de la figura humana como en la de paisajes y construcciones, pero me parece un asunto muy secundario en una obra, por lo demás, extremadamente bella y de gran valor teniendo en cuenta los tiempos que corren., por no hablar de que da millones de vueltas a Picasso, a Kandisnsky, a Miró, a Mondrian y a todos los asquerosos parásitos artísticos que han medrado gracias a la superficialización, esnobización y horterización del mundo del arte, y cuyas obras deberían ser escupidas y públicamente quemadas en San Juan. Pero con el verdadero Arte, en fin, el hombre recupera el camino hacia la evolución y hacia la verdadera Tradición, y en ese sentido no hay duda de que Ivanov ha puesto su granito de arena.

En todas las imágenes, click para agrandar.

 
"Aparición de la civilización hiperbórea sobre la tierra" (1997). Una obra, cuando menos, curiosa, y sin duda la pieza más "surrealista" de Ivanov.

"Aparición de un cometa" (2005).

 
"Patrulla vespertina" (2005).

"Vehículo olvidado - Camino en Stargorod". Vestigios de los vikingos, quienes durante una época proliferaron por toda Rusia, suponiendo para el país algo similar a lo que supusieron los visigodos en España.

"Noche de la víspera de la fiesta de Kupala" (2005). Actualmente, el dia de Ivan Kupala (22-23 de Julio) equivale a San Juan, pero antiguamente era un festival pagano dedicado a honrar a Kupala, una diosa ancestral de la fertilidad, como el artista imagina en esta obra. La fiesta sigue siendo muy popular en Polonia, Bielorrusia, Ucrania y Rusia, a veces con matices más cristianos, otras bajo un aspecto más espontáneo y folklórico.

"Ofrenda a los espíritus del río" (2005). La veneración hacia los espíritus de los ríos, de los vientos, de los bosques, de los árboles, de las casas, de los campos y de la Naturaleza en general, es un rasgo característico de la espiritualidad nordico-roja.

"Santuario en el lago" (2005).

"Día sereno de invierno" (2005). Esta escena, donde aparecen las cruces cristiano-ortodoxas, está ambientada seguramente en la República de Novgorod, pero puede ser representativa de cualquier Estado ruso medieval.

Sventovida, Primavera" (2005). 

"Templo de Radogoscha, Verano" (2005).

"Templo de Khorsa, Otoño" (2005).

"Templo de Znycha, Invierno" (2005).

"Visión de la diosa hiperbórea ante los pomor" (2005). Los pomor eran colonos rusos que, procedentes sobretodo de la República de Novgorod, poblaron las costas del Mar Blanco.

"Cólera de los dioses" (2006). Lo que se representa aquí es, claramente, la destrucción de Atlántida, un supuesto continente que, según diversas tradiciones, existió en el Atlántico en una época remota, que respondía al arquetipo geopolítico de potencia marítima comercial, y que fue sumergido en el mar por voluntad de los dioses, quienes quisieron castigar así los "pecados" de sus habitantes. El artista deja caer que se trató de un tsunami provocado por la caída de un meteorito.

"A las puertas de Shambala" (2006). Todas las civilizaciones han tenido leyendas sobre ciudades inaccesibles y subterráneas, o fortalezas ocultas en valles secretos de cadenas montañosas. Shambala es una de esas ciudades legendarias, en este caso perteneciente al imaginario colectivo hinduista y también budista.

"Viento de venganza" (2006), otra alusión a Atlántida.

"Conversación venidera" (2006).

"Reunión esperada" (2006).

"Atardece sobre la excursión" (2006).

"Templo de Sventovit en Arkona" (2006). Arkona era un santuario en la isla báltica de Rügen (actual Alemania), donde pueblos tanto germánicos como eslavos y bálticos, rendían culto a un dios de cuatro cabezas llamado Svantovit (los romanos tenían a su dios Jano, un dios con dos caras, a quien había que invocar tanto para abrir como para cerrar rituales, ya que era quien cedía paso al "más allá"), quien era un dios de la guerra, la abundancia y la fertilidad, representado con una espada en una mano y un cuerno de la abundancia en la otra (a modo de la torques o herradura sostenida con las puntas hacia arriba por el dios céltico Cernunos). Este dios iba asociado al caballo blanco, y cada cabeza suya era pintada de un color: blanca la del Norte, roja la del Oeste, verde la del Este y negra la del Sur. En 1169, cristianos daneses al mano del obispo Absalón, destruyeron el santuario y cristianizaron la isla. Como curiosidad, en la parte izquierda del dibujo, entre las dos cabezas de caballo, hay seis esvásticas dextrógiras camufladas en un diseño.

"La flota de los hiperbóreos llevará al cabo la orden" (2006). Aquí los barcos parecen a medio camino entre el drakkar vikingo y el navío español.

"La gran migración de los hiperbóreos" (2006). En el imaginario del autor, la glaciación obliga a los hiperbóreos a abandonar el círculo polar ártico. Sobre el sol, bajo la espada, en el cielo, una esvástica dextrógira: la esvástica del exilio.

 
"El guardián" (2006). Como se ha dicho antes, los seres de la naturaleza eran objeto de culto antiguamente y recibían ofrendas. En este caso, un árbol de la muerte que parece señalar la entrada al mismo infierno, se encuentra decorado con runas, algunas manchadas de sangre.

"Tsveten Aprel" (2006), otra escena de cortejo idealizado.

 
"Las dos caras de Peryni" (2006). En los mismos lugares de antiguos templos y santuarios paganos eslavos, ahora se yerguen ermitas e iglesias.

"Aria - Los rusis se fueron, los lobos vinieron" (2007).

"Santuario de Chisloboga, amanecer del Solsticio de Verano" (2007).

"Senich, Junio" (2007).

"El día de la diosa del mar" (2007), 
  
Título y año desconocidos, paisaje de la Rusia medieval ortodoxa.

 
Ídem.

Ídem. La iglesia adornada con cruces, el resto de casas adornadas con gallos, cabezas de caballo o de alce o reno, etc.

Ídem. En esta pieza acaso es donde se ven mejor las carencias del artista a la hora de retratar la figura humana. A pesar de ello, no deja de ser una obra interesante: el clásico enfrentamiento Occidente vs. Oriente, en este caso personificado en un caballero ruso y un jinete tártaro. Las esvásticas en el casco del caballero cristiano resultan bastante evidentes.




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