martes, 19 de abril de 2011

BALDRSDRAUMAR


BALDRSDRAUMAR
 
(Los sueños de Baldr)
Reunidos estaban   Aesir y Aesirinas,
todos hablaban;    discutían los dioses,
las nobles potencias,    por qué tuvo Baldr
aquellos sueños    de tan gran horror.
Alzóse Odín,    padre de los dioses,
a lomos de Sleipnir    coloca la silla:
cabalga hasta el Niflhel,    encuentra allí un perro
saliendo del reino    de la horrible Hel.
Su pecho estaba    rojo de sangre,
aulló largo rato    el gran hechicero;
sigue Odín la marcha,    la tierra retumba,
y llega después    a casa de Hel.
Odín cabalga    a las puertas de oriente,
donde, él lo sabía,    enterraron la völva;
usó sortilegios,    recitó conjuros,
obligó a la muerta    que habló cual cadáver:
“¿Cuál de los hombres,    al que conozco,
ha venido a agobiar    mi amargo viaje?
Me cubría la ventisca,    me azotaba la lluvia,
me helaba la escarcha;    muerta he estado.”
“Vegtham me llamo,    y mi padre es Veltham,
háblame ahora,    yo lo hago en la tierra,
¿de quién es el banco    lleno todo de joyas,
de quién el asiento    cubierto de oro?”
“Listo está para Baldr    ya el hidromiel,
la clara bebida,    bajo un escudo;
ansiosos esperan    todos los dioses;
obligada he hablado,    ahora he de callar.”
“¡No calles, völva!    Quiero aún preguntar,
hasta que todo    se llegue a saber:
¿quién a Baldr    un día matará,
y al hijo de Odín    la vida ha de robar?”
“Hödr lanzará al muy noble    la tan famosa rama;
él, pues, a Baldr    un día matará
y al hijo de Odín    la vid ha de robar.
Obligada he hablado,    ahora he de callar.”
“¡No calles, völva!    Quiero aún preguntar,
hasta que todo    se llegue a saber:
¿quién, lleno de odio,    en Hödr le vengará,
y al asesino de Baldr    llevará a la pira?”
“Allá en occidente    Rind engendró a Váli,
apenas nacido, al hijo    de Odín matará:
no lavará sus manos,    ni peinará sus cabellos,
antes de llevar a la pira    al enemigo de Baldr.
Obligada he hablado,    ahora he de callar.”
“¡No calles, völva!    Quiero aún preguntar,
hasta que todo    se llegue a saber:
¿quiénes son las doncellas    que habrán de llorar
y sus mantos, del cuello    hacia lo alto lanzarán?”
“Tú no eres Vegtham    como yo legué a pensar,
sino eres Odín,    el viejo gauta.”
“Tú no eres la völva,    ni una sabia mujer,
sino que eres la madre    de tres gigantes.”
“Vuelve a casa,    Odín, glorioso,
y nunca más volverá    hombre alguno a preguntarme,
hasta que esté libre    Loki ya de los nudo
y llegue al final    el gran Ragnarök.”


No hay comentarios:

Publicar un comentario